lunes, 24 de mayo de 2010

Love of Lesbian en el Auditori de Sant Cugat

El pasado viernes 21, tuve la ocasión de presenciar el concierto que Love of Lesbian dio en el Auditori de Sant Cugat con la ONCA, la Orquestra Nacional Clàssica d'Andorra.
Era la primera vez que la banda catalana se enfrascaba en un proyecto de esta índole, con la dirección artística de Albert Puig y la dirección musical de la mano de Fernando Velázquez y Ricky Falkner.
Un concierto de una hora y media de duración en el que Santi Balmes y compañía nos deleitaron con una selección de temas pertenecientes a varios de sus discos. El programa contó con los siguientes temas, por este orden:
Un día en el parque
Carta a todas tus catástrofes
Incendios de nieve
Domingo Astromántico
Allí donde solíamos gritar
Houston tenemos un poema
Los niños del mañana
Marlene la vecina del ártico
Segundo asalto
La parábola del tonto
1999
Voy a romper las ventanas
Club de Fans de John Boy
Te hiero mucho (Historia del Amante Guisante), a petición del público
Dios por dios es cuatro
Violines, violas, violoncelos y contrabajo participaron en la mayoría de estas canciones, en un auditorio lleno hasta la bandera de un público muy variado: jóvenes, adolescentes, parejas, familias, niños...
Este programa y el lugar forzaron un ambiente muy intimista, muy tranquilo, en el que esta servidora, personalmente, echó en falta algún que otro tema bailongo más. Un ejemplo de las ganas que el público tenía de lo mismo que yo, fue el apoteósico levantamiento de buena parte de espectadores, que inundaron la parte delantera de la sala, en pie, con el sonido de Club de fans de John Boy.
Dio la sensación de que, en efecto, los temas sonaban tan depurados como si hubiésemos colocado un disco de Love of Lesbian en un cd. Fantástico. Sin embargo, la gran mayoría de temas lentos deslució lo que podría haber sido un festival mucho más cercano, menos frío, y más pasional.
Santi y compañía mantienen esa pasmosa facilidad de empatizar con su público gracias a un sentido del humor muy saludable. Merece especial atención la interpretación de Los Niños del Mañana, coreada por toda la sala.
Voy a romper las ventanas, como tema de especial debilidad para esta servidora, no sólo no defraudó, sino que me clavó al asiento y me humedeció los ojos. Es una canción tan redonda, de una sensibilidad tan excepcional que, apoyada por la Orquesta... se convirtió en el momentazo de la noche.
Eché de menos, no obstante, Algunas Plantas, un tema que hubiese puesto la guinda y el color que quizá le faltó a la noche.
Pese a la fantástica actuación, el experimento no me pareció perfecto en absoluto. Pero eso es algo tan personal... Probablemente porque a muchos de nosotros nos apasiona mucho más saltar, ser pisoteados, bailar y notar de cerca la simbiosis con nuestros grupos favoritos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario